En el contexto de pandemia que acontece, nos hemos visto enfrentadas a diversos cambios en relación a la función docente. Dichas transformaciones han derivado desde una práctica pedagógica presencial, dónde el cuerpo, la subjetividad y las materialidades tienen un protagonismo fundamental en el quehacer docente, hacia una práctica pedagógica virtual, donde nos hemos vistos relegadas a un proceso de enseñanza a través de entregas de guías escritas, complementándose con un dialogo/monólogo mediante una pantalla generalmente apagada por parte de los interlocutores/estudiantes, lo que ha limitado, movimientos, posibilidades, interacciones, miradas, materiales entre otros. Sin lugar dudas, en esta situación, las artes visuales en la escuela han sufrido enormes adaptaciones al no poder guiar el proceso de manera continua, con entrega de guías y clases virtuales semana por medio, en el mejor de los casos. La imposibilidad de mostrar y explorar materiales, de exponer y ver ejemplos en vivo, entre otras dificultades ha generado un desplazamiento en la subjetividad/quehacer docente y una profunda duda sobre el proceso de aprendizaje del estudiante, al no tener certeza si una guía escrita o un video explicativo es suficiente para reemplazar la experiencia estética propias de la disciplina. A esto se suma el hecho de la poca conectividad y poca recepción de parte de los estudiantes del material entregado. Por tanto, esta propuesta de relato visual a modo de póster abordará, a partir de la experiencia y mediante imágenes, los movimientos de la subjetividad docente y el desarrollo curricular de las artes visuales a partir de sus posibilidades en el contexto de educación virtual en una escuela Pública chilena.