Ante la realidad cambiante del concepto de Educación Artística acaecida en las últimas décadas, se hace necesario abordar la transformación de las percepciones y prejuicios adquiridos sobre los objetivos de esta disciplina, así como renovar algunas prácticas pedagógicas alejadas de las exigencias de un área de conocimiento acomodada a la realidad social y cultural del momento. Esta nueva perspectiva, que, como no podía ser de otra manera, debe marcar los derroteros a seguir en la formación inicial de docentes, implica la puesta en marcha de procesos de observación y de reflexión que sistematicen la diversidad de funciones del arte en la escuela.
Conscientes, pues, de todo cuanto se ha avanzado en el intento por visibilizar el potencial del artefacto artístico como objeto educativo, se pretende presentar en este trabajo los resultados de experiencias y reflexiones llevadas a cabo en la formación inicial de docentes en torno a las siguientes finalidades:

1. Analizar el currículo de Educación Artística para generar dinámicas de trabajo propias de una formación íntegra.
2. Fomentar aprendizajes que permitan crear formas artísticas, desarrollar capacidades para la percepción estética y valorar el arte como fenómeno social y cultural.
3. Fijar líneas de actuación para el diseño de proyectos de naturaleza artística que den paso a un aprendizaje activo, cooperativo e interdisciplinar en el contexto de las competencias clave.

Entre las conclusiones obtenidas, cabe destacar la necesidad de dar luz en los procesos de formación inicial de docentes a planteamientos pedagógicos que faciliten el desarrollo de capacidades cognitivas, procedimentales y actitudinales propias de una visión poliédrica del papel de las artes en educación. En este sentido, el enfoque metodológico que caracteriza el aprendizaje a través de estrategias y proyectos de naturaleza artística, y que ha centrado las experiencias de esta investigación, ha pretendido involucrar al profesorado en formación en un proceso de reflexión en torno a las finalidades de nuestra disciplina. El conocimiento del patrimonio, el fomento de ciertas habilidades creativas y el desarrollo del gusto estético se han convertido en la vía para una formación competencial globalizada.