La enseñanza de la plástica en diferentes contextos de educación reglada y no reglada sostiene aún muchas metodologías relativizables en cuanto a resultar inoperantes. El concepto de clase magistral académica con las distancias jerárquicas el discurso único o la demostración unipersonal son sinónimo de fracaso. En la asignatura de segundo curso de Grado en Bellas Artes “Laboratorio de Técnicas Materiales y Procedimientos Pictóricos i Escultóricos”. Facultad de Bellas Artes. Universidad de Barcelona, evidenciamos el objeto de conocimiento de la asignatura a partir de las denominadas “Mesas Docentes”. Esta asignatura trabaja el conocimiento de la materia artística por parte del alumnado. En el caso de la pintura aprendemos como fabricar de una manera doméstica y fuera de los procesos industriales pinturas de alta calidad a partir de su materia prima. En la asignatura damos mucha importancia a recuperar los obsoletos y desaparecidos oficios artísticos y relacionarse con las materias primas que proporciona el territorio y todo ello con un gran respeto a la sostenibilidad y la memoria. Todo ello, estamos convencidos, optimiza y motiva hacia una buena experiencia creativa con buenos resultados.
El nuevo paradigma consiste en el hecho de considerar la “Mesa” como auténtico docente y convirtiéndose el docente en un mero acompañante y motivador. La “Mesa Docente” se articula monotemáticamente en base al programa de la asignatura y va cambiando diariamente su idiosincrasia y componentes. Esta, bajo el título de la sesión programada, por ejemplo: “Pintura al Temple de Huevo” muestra en su superficie todas aquellas materias primas y elaboradas que forman parte de este material y en consecuencia su técnica y proceder. El territorio de la mesa se convierte en una cartografía razonable, auxiliada por una pizarra en la cual aparecen formulaciones y conceptos ad-hoc para en lo holístico mesa-pizarra disponer del máximo de información. La mesa ejerce de crisol, aúna al grupo, motiva la explicación básica por parte del profesor acompañante e invita a “cocinar” termino muy apropiado en lo simbólico pues estas actividades recuerdan a un curso de cocina: materia prima, procedimiento, resultado. La cocina no es otra cosa que un interactuar con la mesa en la que aparece todo lo necesario, materiales, herramientas de manipulación y elaboración (siempre desde las normativas de seguridad pautadas y controladas). La “Mesa Docente” no es un solo día igual e ira adecuándose al programa sin cambiar su carácter docente. La mesa explica e invita a investigar y experimentar. La mesa sociabiliza y potencia el aprendizaje cooperativo y grupal.
Nuestra comunicación presenta fotográfica y videográficamente algunas “Mesas Docentes” y analiza encuestas y resultados de los participantes categorizando un impacto de éxito en sus respectivos aprendizajes respecto a otras metodologías cerradas y unidireccionales en esta área de conocimiento.