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Michella Fabroccino: La escuela dibujada

La intención es describir un proyecto de investigación y educación en arte y con arte en el grupo de edad de 3-5 años. El escenario es la escuela “Dalla parte dei bambini" con sede en Nápoles, Italia, que durante más de treinta años ha utilizado diversas formas artísticas como herramienta pedagógica, en la creencia de que el niño es un sujeto reflexivo y activo.
En concreto, la investigadora siguió a un grupo de niños de 5 años, en un período claramente marcado por las consecuencias materiales e inmateriales que la emergencia sanitaria conlleva en la vida y en todos y en todos, en las familias, en la escuela, en las relaciones sociales. En este complejo marco, en el que los temas de presencia y ausencia, de principio y fin parecen asomarse por todos los rincones, los educadores han imaginado un proyecto educativo que puede cambiar a medida que cambian las condiciones de posibilidad y que, al mismo tiempo, permanece sólido y con cuerpo en sus objetivos fuertemente conectado con sus principios pedagógicos.
Durante esta fase de crecimiento, los niños y niñas utilizan un pensamiento cada vez más complejo que va en la dirección del pensamiento por conceptos, categorías que son progresivamente más amplias y no necesariamente perceptibles concretamente. Su interés comienza a ir en dirección a la búsqueda de soluciones, en el descubrimiento de constantes que regulan los procesos, en la planificación de acciones y en las hipótesis sobre posibles resultados.
La atención se vuelve cada vez más refinada y sus tiempos se alargan considerablemente, las categorías de tiempo y espacio comienzan a tener un significado real en la experiencia cotidiana.
El proyecto didáctico, por tanto, se desarrolló en torno al gran tema del Tiempo y sus dimensiones, centrándose en el gran tema del Espacio y todas sus posibles declinaciones. El espacio se consideraba tanto en su sentido más íntimo de espacio individual, un espacio para uno solo en el que escribir la historia personal, como en su sentido topológico vinculado a la orientación, distancias, medidas, exploraciones, y entendido como espacio-mundo, desde un punto de vista ecológico.
Nació un proyecto que usaba mapas. En concreto, partió de un mapa de la propia escuela, que se estudió en sus direcciones; dividido el espacio en grupos de geógrafos ha sido rediseñado a mayor escala. Este proceso de traducción de escala es algo que entrena el razonamiento cognitivo a las posibilidades de la escritura: letras minúsculas que forman palabras, que forman frases en un espacio / hoja determinada.
El siguiente paso fue ir al descubrimiento de los espacios abiertos de la propia escuela, en particular en los patios, en las escaleras, en las terrazas; siguiendo las flechas y números que conducen a los distintos entornos, que son portadores de mensajes e indicaciones que hay que leer y decodificar como un mapa de los piratas cuyo tesoro es el conocimiento.
Una vez en la cima, el grupo de niños y niñas se sumergió en la maravilla de la ciudad, perfilando su mirada hacia cuatro horizontes que proliferaban frente a ellos: Vesuvio, San Martino, el Barrio Español, la gran cúpula a la izquierda y ellos al centro.

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